La creciente necesidad de asegurar proyectos con la menor cantidad de fallas exige realización de pruebas y ensayos que protejan la inversión de los mismos. Un control de calidad es de suma importancia en trabajos a gran escala, ya que no considerarlo puede conducir a una pérdida de materiales e inclusive desencadenar en problemas ambientales severos.
Dos de los problemas con mayor frecuencia en el uso de geomembranas son los relacionados a filtraciones y fugas. Asegurar el funcionamiento adecuado de cada material requiere un preciso control de calidad en el cual son consideradas las siguientes características:
Características físicas
- El espesor es un parámetro que asegura un óptimo funcionamiento al momento de soldar. Este tipo de pruebas se pueden aplicar para geomembranas de tipo texturizadas y también lisas. Entre más espesor tenga, su resistencia será mejor.
- La densidad es otro factor que influye en el control de calidad. Se recomienda una densidad de 0,940g/cm3 o mayor a ella. Entre más densidad haya, será menos flexible; de lo contrario, habrá más flexibilidad.
Características mecánicas
- La tensión es otro proceso de verificación que valora propiedades de resistencia. Se puede realizar en un rollo por cada diez.
- Por cada 25 rollos, uno se evalúa para conocer su nivel de resistencia al rasgado.
- Las geomembranas corren alto riesgo de alteración por factores de suelo, animales o incluso las herramientas empleadas durante la instalación. Para ello se comprueba su resistencia al punzonado, procedimiento que se aplica en una por cada 25 rollos.
- El agrietamiento por estrés ambiental es una susceptibilidad que tienen algunos materiales de abrirse bajo la influencia de factores climáticos y del ambiente. Las geomembranas son delicadas en este escenario, por esta razón existen pruebas que logran controlar este fenómeno y es necesario aplicar una por cada lote de ellas.
Ensayos destructivos para el control de calidad
Con el fin de revisar las soldaduras en las geomembranas y comprobar su calidad se utilizan técnicas “destructivas” aplicables en soldaduras realizadas con cuñas térmicas o también con extrusoras.
- Ensayo destructivo por desgarro: El ensayo destructivo por desgarro se basa en aplicar fuerza sobre una muestra de la geomembrana. Este proceso se logra asegurando un tensiómetro en cada extremo para que posteriormente las tenazas tiren en dirección opuesta hasta causar una desunión, finalmente el tensiómetro registra la resistencia de la muestra. Un ensayo de este tipo nos permitirá conocer con exactitud cuál es la capacidad de soporte que tiene la geomembrana y sabremos qué parte de nuestro material está siendo afectada por la rotura.
- Ensayo destructivo por corte: Para esta prueba se utiliza igualmente el tensiómetro. Las tenazas deben sujetar las puntas de un mismo lado de forma que cause una rotura. Este ensayo indica la capacidad de resistencia de nuestra geomembrana y el mejor escenario es que la rotura producida obtenga una resistencia igual o mayor a la que se indica por el proveedor.
Campana de vacío
Para esta muestra se emplea una presión por vacío directamente en la soldadura.
Ensayo por chispa eléctrica
En este procedimiento se utiliza un chispómetro, herramienta que emite una chispa eléctrica notoria al identificar roturas en la soldadura. Este procedimiento únicamente es posible si al colocar la geomembrana se separa un alambre antes de realizar la soldadura.
Ensayo de comprobación por aire
Este ensayo requiere el empleo de un manómetro. El proceso consta de introducir aire por el canal que se encuentra entre las soldaduras y comprobar que no existan fugas de presión.
Todos los proyectos están expuestos a riesgos, por ello es necesario promover el empleo de procesos de control de calidad y el involucramiento de la industria en fomentar la responsabilidad ante las normas y regulaciones de las construcciones.
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